jueves, 7 de marzo de 2013

La Flecha para Lepe y para Cartaya

La Junta de Andalucía, a través del Plan de Ordenación del Territorio del Litoral Occidental de Huelva, ha puesto sobre la mesa una decisión salomónica en torno a «La Flecha», una porción de tierra en la costa de Huelva única por crecer cada año y ser dos ayuntamientos, Lepe y Cartaya, los que se la disputan.

Este Plan, elaborado por la Consejería de Obras Públicas, parece haberse diseñado de forma salomónica, ya que da una parte de razón a cada ayuntamiento, y también se la quita en parte, de modo que el nombre que le adjudica, «Flecha del Rompido», es el que demanda Cartaya, pero a su vez marca toda su línea litoral como «Playa de Nueva Umbría», el nombre que Lepe reclama para este terreno.

Bien es verdad que el debate sobre esta «colonia» ha decrecido desde 2011, cuando las elecciones municipales mantuvieron al PP en el Ayuntamiento de Lepe y dieron a este mismo partido responsabilidades de Gobierno en Cartaya en coalición con un grupo independiente.

Años atrás, esta flecha de tierra única ha sido objeto de más de una pelea, hasta el punto de que el Ayuntamiento de Lepe amenazó con llevar a los tribunales a todo aquel que no la llamase por su nombre lepero. Se trata de una declaración de 2008, la última en la que hubo una pronunciación oficial, que fue contestada con estos términos desde Cartaya: «El Ayuntamiento lepero no es el titular de la Flecha de El Rompido sino el Ministerio de Medio Ambiente, por tratarse de un terreno del dominio público marítimo terrestre».

1 comentario:

  1. Este es el cuento de la lechera, pero lo mas curioso es que hasta que no se decubrieron los agujeros que tenian ambos ayuntamientos, la pelea por tutelar esta parcela era diaria. Ahora ya no la quieren o les da igual. Trae gastos, porque durante 6 meses al año aquello es el mayor basurero de Huelva y claro.. hay que limpiar, y dado que no hay para seguridad ni para conservacion, todo aquello se convierte en la guarida de algunas tribus que nos visitan cada año.
    Es una pena a la vez que produce indignación, ir por alli en verano. Ya lo saben. AQUI QUEDA,

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