Las intensas lluvias y los fuertes vientos de los ultimos dias, acompañados por una gran marea, se llevaron por delante casi la totalidad de arena de la playa de El Portil, que cambió su fisonomía dunar por una línea de acantilados, de unos dos y tres metros de altura.
Si el pasado temporal del mes de diciembre se cebó con la playa de Matalascañas, el de estos últimos días se ha centrado en la nuestra. La imagen que presentaba en el día la zona puntaumbríeña de esta playa era dantesca. Hundimiento
Cuando sube la marea, las olas rompen en las puertas de mi chiringuito”, explicaba al Odiel Juan Díaz Castaño, propietario del establecimiento El Portugués, que para colmo de males, también se ha visto gravemente perjudicado por el desagüe natural de la Laguna del Portil, que desemboca con una poderosa corriente y con un cauce inusual en la playa, debido a su nivel de agua embalsada en la misma
