jueves, 19 de agosto de 2010

El IFAPA sigue investigando

Expertos del Centro IFAPA Agua del Pino, ubicado en Nuevo Portil (Cartaya), han iniciado un proyecto para poner a punto diferentes técnicas de cultivo de mejillón (Mytilus galloprovincialis) en criaderos y comprobar su viabilidad comercial respecto a los que se explotan de forma natural.

En este sentido, y según ha subrayado Inés Martínez, investigadora principal del proyecto, “obtenemos larvas nadadoras, a las que alimentamos durante 20 días con microalgas en tanques especiales, teniendo ya en la actualidad dos tanques de 2.000 litros con larvas, cuatro de 150 litros y otro con 2.000 litros con semillas de 4 meses, que luego se depositarán en bateas hasta que se conviertan en adultos”.

En las instalaciones cartayeras de Agua del Pino hay en la actualidad 80.000 semillas de mejillón, que serán trasladadas hasta aguas del Estrecho a finales de septiembre para ver su evolución, habiendo pasado ya la fase más importante del cultivo.

Por su importancia económica, son numerosos y diversos los estudios relacionados con el cultivo del mejillón, aunque están fundamentalmente dirigidos al estudio de la especie en el medio exterior tanto en su hábitat natural como en bateas principalmente localizadas en aguas gallegas.

“Sin embargo, son prácticamente inexistentes los trabajos realizados sobre el cultivo del mejillón en latitudes más templadas como las costas andaluzas”, ha destacado Martínez.

Y es que en Andalucía, la temperatura más alta de las aguas tiene efectos positivos ya que el mejillón crece más rápido (8-9 meses) que en Galicia (12-14 meses), pero también efectos negativos ya que provoca que los reproductores maduren varias veces al año, disminuyendo así su peso y por tanto su calidad comercial.

“Una opción para solventar esta situación es el cultivo de ejemplares triploides, ya que varios estudios han demostrado que las semillas de este tipo crecen más y, como es esperable, carecen de actividad reproductora, características que hacen que su talla, en época de puesta, sea mayor que los organismos”, ha apuntado la investigadora.

Según esta misma, además, el mejillón andaluz tiene características genéticas diferentes a las del gallego, por lo que semillas alóctonas podrían alterar la composición genética de las poblaciones. De esta forma surge la necesidad de desarrollar la tecnología del cultivo del mejillón en criadero.

La Consejería de Economía, Innovación y Ciencia ha incentivado el proyecto ‘Viabilidad del cultivo de mejillón (Mytilus galloprovincialis) en Andalucía’ a partir de semilla producida en criadero con 156.000 euros.

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