lunes, 30 de agosto de 2010

El IFAPA investigara el mejillon

Un año después de que la costa onubense se preparara para cultivar mejillón (mytilus galloprovincialis), los investigadores del centro del Ifapa Agua el Pino de Nuevo Portil (Cartaya) han puesto en marcha un proyecto de excelencia para poner a punto diferentes técnicas de cultivo de mejillón en criaderos y comprobar su viabilidad comercial respecto a los que se explotan de forma natural.

Este proyecto amplía el abanico de la acuicultura, uno de los sectores pesqueros más jóvenes y con mejores perspectivas de futuro, que surge como alternativa a los problemas que viene arrastrando el sector extractivo tradicional. Los investigadores del centro cartayero de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía obtendrán ejemplares triploides en criadero y caracterizará el cultivo en una instalación tipo de la costa andaluza para realizar un examen comparativo.

Inés Martínez, la investigadora que dirige el proyecto, explica que "obtenemos larvas nadadoras, a las que alimentamos durante 20 días con microalgas en tanques especiales. En la actualidad, tenemos ya dos tanques de 2.000 litros con larvas, cuatro de 150 litros y otro de 2.000 litros con semillas de 4 meses, que luego se depositarán en bateas hasta que se conviertan en adultos".

En las instalaciones de Agua del Pino hay en la actualidad 80.000 semillas de mejillón, que serán trasladadas hasta aguas del estrecho a finales de septiembre para ver su evolución. "La fase más importante de cultivo ya ha pasado", comentó Martínez.

La Consejería de Agricultura y Pesca subvenciona el proyecto, que se denomina Viabilidad del cultivo de mejillón en Andalucía a partir de semilla, con una partida de 156.000.

Los trabajos relacionados con el cultivo del mejillón se han dirigido al estudio de la especie en el exterior, tanto en su hábitat natural como en bateas, principalmente localizadas en las rías gallegas. Sin embargo, son prácticamente inexistentes los trabajos realizados sobre el cultivo del mejillón en latitudes más templadas como corresponden a las costas andaluzas.

En Andalucía, en comparación con Galicia, la principal región productora de mejillón, la temperatura más alta de las aguas tiene efectos positivos como permitir un crecimiento más rápido; tardan entre 8-9 meses frente a los 12-14 meses de las aguas más frescas. Pero también tiene parámetros negativos pues provoca que los productores maduren varias veces al año y disminuyan su peso. Esto hace que el producto final pierda calidad comercial.

Según Inés Martínez, existe una opción "para solventar esta situación, con el cultivo de ejemplares triploides". Varios estudios han demostrado que las semillas triploides crecen más y, como cabe de esperar, carecen de actividad reproductora. Estas dos características hacen que su talla, en época de puesta, sea mayor.

Ya se han realizado estudios en la costa andaluza que revelan que únicamente el litoral malagueño tiene una densidad de semilla apropiada para mantener los cultivos sin necesidad de que sea suministrada por productores de otras partes de España.

Las características genéticas del mejillón andaluz son diferentes a las del gallego, por lo que semillas alóctonas podrían alterar la composición genética de las poblaciones, explica la investigadora Inés Martínez. Por esto surge la necesidad de desarrollar la tecnología del cultivo de mejillón en criadero, lo que incluye fundamentalmente el cultivo larvario, postlarvario y preengorde de la semilla hasta lograr un tamaño adecuado para su cultivo en bateas y longlines, añade la investigadora.

El cultivo de mejillón en Andalucía ha experimentado un importante aumento de la producción en las últimas décadas pasando de las 20 toneladas que se obtenían en 1997 a las 768 toneladas del año 2007. En la provincia de Huelva tras varios experimentos en mayo de 2009 se instalaron frente a la costa de Isla Cristina las primeras bateas para cultivar mejillones. El proyecto de dos fases se dimensionó en 40 estructuras.

Las plataformas flotantes son completamente diferentes a las que se utilizan en las rías gallegas pues en Huelva se sitúan en mar abierto, por lo que tienen que ser más flexibles para aguantar el movimiento del mar.

En 1945 se fondeó la primera batea en Galicia y hoy en día ya existen 3.300, lo que se traduce en una producción de unas 250.000 toneladas anuales, de las que unas 20.000 salen de aguas andaluzas. España es el segundo país productor de mejillón después de China, por lo que la miticultura representa una actividad de gran importancia económica en nuestro país, sobre todo en Galicia.

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