sábado, 29 de agosto de 2015

La coquina se está agotando en nuestras playas

Los caladeros de la coquina de Huelva están a punto de agotarse. La causa, el elevado número de mariscadores que faenan en la actualidad en las zonas de reproducción del bivalvo y la sobrexplotación a causa de las embarcaciones. 

Hasta seiscientos mariscadores capturan coquina en todo el litoral onubense, pero poco más de trescientos tienen licencia para hacerlo: el resto son ilegales, según denuncia la asociación Nueva Umbría. A estos se suman tanto las embarcaciones que habitualmente se dedican a la coquina (rastro remolcado) como otras del rischio que capturan la chirla. 

El resultado de esta amalgama es un caladero esquilmado de oeste a este. La zona 4 (Isla Canela) solo tiene marisco inmaduro, la zona 5 (barra del Terrón) está prácticamente agotada, lo mismo que ocurre en las zonas 8 y 9 (Punta Umbría y Mazagón, respectivamente). La 10 (Matalascañas) consta como de las más productivas y acaba de ser abierta al marisqueo después de permanecer varias semana cerrada por la presencia de la biotoxina DSP. La zona 11 corresponde a Doñana, pero en ella solo pueden faenar un grupo de 160 mariscadores de Almonte, Hinojos, Pilas, Villamanrique, Carrión y Sanlúcar de Barrameda. (También puede hacerlo en el resto de la costa). 

Una gran sorpresa se llevaron ayer los coquineros con licencia cuando se dispusieron a faenar en la zona 10 y se encontraron que no había marisco después de veinte días con el caladero cerrado. Según la Asociación de Mariscadores Nuevo Portil, más de cien personas sin licencia se encontraban capturando bivalvos "sin ningún tipo de perjuicios y cortapisas", capturando "todo lo que entra en el rastro artesanal y sin devolver las crías al agua". 

Lo peor, para la asociación, es que los furtivos lo han estado haciendo incluso cuando la zona ha estado cerrada y el marisqueo prohibido, como así se lo han manifestado los propios mariscadores sin licencia. A esta actividad ilegal se suma la de los barcos del rischio que, aprovechando la captura de la chirla, que sí estaba permitida, han "arrasado" con la coquina. El efecto es que la zona de Matalascañas también está esquilmada y, por tanto, la presencia de bivalvos es mínima en todo el litoral. 

Los mariscadores denuncian la pasividad de la Junta de Andalucía y la Guardia Civil para combatir estas prácticas ilegales, a pesar de las campañas que la Administración regional anuncia a "bombo y platillo", y la "permisividad" a los furtivos que "campan a sus anchas" por la costa. 

Los coquineros se sienten impotentes ante la proliferación de ilegales y solicitan medidas contundentes a la Junta y a la Subdelegación del Gobierno, al tiempo que amenazan con presentar una denuncia en el juzgado por "hacer la vista gorda" y permitir que se sigan produciendo acciones ilícitas, perjudiciales además para la salud. 

Los mariscadores demandan a la Administración regional una solución global a la situación creada en vez de proceder a los continuos cierres de los caladeros por supuesta presencia de toxinas. Desde que comenzó el verano los cierres y aperturas de las zonas de producción han sido constantes. 

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía dio luz verde el pasado día 14 a la captura y comercialización de la coquina y la chirla en la zona de producción de Mazagón y poco después lo hizo con la de Punta Umbría, tras constatar la desaparición de la DSP en los ejemplares de estos bivalvos. Sin embargo, al mismo tiempo cerró al marisqueo la barra de El Terrón. La zona de Isla Canela permanece cerrada desde el 1 de julio. Doñana está abierta desde hace semanas, pero restringida a unos cuantos mariscadores. 

Los mariscadores aseguran que la Junta deja abiertas reiteradamente una y dos zonas para no tener que abonar las ayudas por la parada debido a la presencia de las toxinas. Afirman que en lo que va de verano solo han podido acceder a zonas con una producción escasa, como Punta Umbría y Mazagón, por lo que son muy pocos los que se desplazan hasta allí para faenar. En esos caladeros y en el de El Terrón (cuando ha estado abierto) apenas si han recogido un par de kilos de coquina, esto es, "ni para llevar un jornal a casa", lo que supone un "desastre" para el sector en plena temporada. 

Todas las esperanzas la habían depositado en Matalascañas, pero tan solo han capturado tres o cuatro kilos de coquina, en el mejor de los casos, en una jornada. Además, temen que los mariscadores de Doñana decidan también faenar en la zona recién abierta, con lo que el "desastre" va a ser mayor. 

A la escasez de marisco se suma los costes que suponen a los coquineros tener que desplazarse hasta la zona. 

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