domingo, 19 de julio de 2015

Cruz Roja vuelve al caño de la culata con "un baño sin barreras"

En pleno paraíso portileño,  se encuentra el puesto de voluntariado de la Cruz Roja, repitiendo por tercer año consecutivo en el Caño de la Culata del Portil, anteriormente en la playa del Espigón 16 años atrás, el proyecto social Un baño sin barreras, subvencionado en su totalidad por La Caixa desde hace unos seis años. 

El objetivo de esta obra social es que personas con discapacidad puedan disfrutar de un completo día de playa, bañarse, pasear por la orilla y pasar un buen rato de convivencia veraniega. 

Para llevar a cabo este proyecto, cuentan con el apoyo de un cualificado equipo de jóvenes y mayores voluntarios de la Cruz Roja. Un voluntariado con todo tipo de perfiles que previamente se ha formado mediante un exhaustivo programa teórico y práctico, para así asistir a las personas con discapacidad de la mejor manera posible. Este equipo está formado por unos 35 voluntarios que se dividirán durante julio y agosto, habiendo unos 6 o 7 voluntarios al día asistiendo de forma particular a cada usuario, además del equipo de salvamento que tiene su puesto al lado de Un baño sin barreras. 

Los voluntarios que participan en este proyecto suelen encontrarse muy a gusto desarrollándolo, ya que resulta muy gratificante y agradable realizar estas actividades con personas con discapacidad, llenas de inocencia, que les dan continuas muestras de cariño, suelen ser personas muy amables que no generan ningún tipo de conflicto y que siempre se van con una sonrisa en la cara. 

Además de las actividades en el mar con el anfibuggy, silla anfibio para que se puedan bañar en la playa personas con problemas de movilidad, y los paseos por la orilla, Cruz Roja se encarga de recogerlas, acompañadas de algún familiar, ducharlas tras el baño en el mar y llevarlas de vuelta a su casa. Además, en casos concretos, también dejan las sillas anfibio a particulares que se encuentren por la zona y las soliciten. 

Cruz Roja lleva tres años realizando este proyecto en el Portil, ya que se trata de una zona de fácil acceso, con aparcamientos cerca del puesto de Cruz Roja, además de un camino doble de tablas de madera para trasladar a las personas con discapacidad al agua en el anfibuggy, y por la especial condición de ausencia de olas, que facilita las actividades acuáticas. 

Aunque ya llevan varios días, fue ayer cuando se dio por inaugurado oficialmente este proyecto veraniego de la mano de la directora del área de Negocio de la Caixa, Rocío Pizarro, y la coordinadora provincial de Cruz Roja, Charo Miranda. Este proyecto se llevará a cabo los martes, miércoles y jueves de cada semana de julio y agosto, y próximamente también los lunes. Los fines de semana no se contemplan por la gran afluencia de bañistas. 

Tras seis años, la Caixa sigue subvencionando con ilusión esta obra social, donando una cuantía de 6.000 euros anuales a la causa, con la especial novedad este verano de la integración de un nuevo y tercer anfibuggy, que ha costado unos 3.000 euros, lo que ha hecho que este año la Cruz Roja haya sido beneficiada con una cuantía de 9.000 euros. 

La introducción de esta tercera silla anfibio facilitará la labor del voluntariado, ya que dan una asistencia personalizada a cada usuario, y de esta manera podrán realizar las actividades de manera más fluida y sin hacer esperar mucho tiempo para el deseado baño. 

Todos los que participan en este proyecto se involucran de manera personal con cada persona con discapacidad, tratándolas con todo el cariño y haciéndolas sentirse cómodas y a gusto, pues no sólo van para bañarse en el mar, sino para disfrutar de la convivencia.

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