jueves, 26 de diciembre de 2013

Se empieza a despertar inmobiliariamente hablando

La costa, ese paraíso inmobiliario por excelencia de la provincia, fue el primero en notar los síntomas de la recesión económica cuando estalló la burbuja del ladrillo, hace aproximadamente cinco años. Es una suerte de termómetro de la que se avecina, tal y como señala el presidente de la Asociación Empresarial de Agencias Inmobiliarias de Huelva, Adolfo Camacho, cuyo mercurio se sitúa ahora, al fin, en temperaturas que superan tímidamente al cero.

La estadística de transacciones inmobiliarias publicada por el Ministerio de Fomento es desigual según el municipio objeto de análisis, pero comienza a dar "detalles clarísimos de recuperación". Los más llamativos son los de Punta Umbría, donde entre enero y septiembre se llevaron a cabo 308 operaciones de compraventa de inmuebles. Son prácticamente el doble que en el mismo lapso de 2012, cuando se registraron 153 menos.

Visto por separado uno podría pensar que puede tratarse de la colocación en el mercado de nuevas promociones de viviendas que pueden inflar la estadística en un municipio en concreto. Pero la realidad es que los datos positivos se detectan hasta en tres poblaciones más del litoral o cercanas a él. Es el caso de Isla Cristina, Cartaya y Moguer.

Esta última localidad cerró septiembre con 106 transacciones, un 23,5% más que un año antes. Más llamativos son los incrementos registrados en Cartaya, donde se llevaron a cabo 181 operaciones inmobiliarias (el 72,4% más), e Isla Cristina, adonde pasaron de ser 120 en los primeros tres trimestres de 2012 a las 211 acumuladas hasta el pasado septiembre, un aumento nada despreciable del 75,8%.

Camacho remarca que hay que tener en cuenta que las viviendas costeras "se suelen adquirir como segunda residencia, son un artículo de lujo, lo que significa que se está produciendo un cambio de comportamiento en los compradores, que ya se animan a ello". Pero también hay que añadir que la vivienda es una necesidad vital y que "mucha gente que se ha caído del escalón quince al nueve del bienestar y que se ha llevado años sin dormir, muerta de miedo, ahora se ha replanteado la vida y la forma de llevar los gastos, se ha adaptado a la realidad y entiende que, si por ejemplo ha tenido hijos, no los puede tener durmiendo en el sofá cama del salón", matiza el representante empresarial de las inmobiliarias onubenses.

Los datos estadísticos, por contra, no son tan favorables en otras localidades costeras o del área metropolitana, en las que el mercado inmobiliario continúa en caída libre. Así, en Huelva capital la compra de vivienda se ha reducido un 36% en un año, clausurando septiembre con un total de 556 operaciones frente a las 870 que ya había acumulado en idéntico plazo de 2012.

También quedan lejos de la mejoría Ayamonte, donde se registraron este año 279 transacciones, un 33,2% menos que un año atrás; Lepe, con 175 operaciones (-24,9%); Palos de la Frontera, con 38 (-36,6%); Almonte, con 146 compraventas (-7,5%); o La Palma del Condado, con un total de 33 (-50,7%).

En el área metropolitana, la protagonista del dato positivo es Gibraleón, donde se adquirieron este año un 60% más de viviendas que en 2012, pasando de 35 transacciones a 56. Muy lejos de este comportamiento quedan poblaciones dormitorio como Aljaraque o San Juan del Puerto, otrora puntas de lanza del crecimiento inmobiliario en la provincia.

Si emprendemos un viaje en el tiempo y nos retrotraemos hasta los tres primeros trimestres de 2008, la comparativa con 2013 también comienza a arrojar resultados positivos para el sector en algunos de los municipios analizados. Es el caso de Gibraleón, Cartaya y Moguer, por este orden.

Según los datos de Fomento, Cartaya pasó de registrar 66 en 2008 a 90 en la actualidad (+33,4%).

No hay comentarios:

Publicar un comentario