jueves, 28 de noviembre de 2013

Regulación de los veladores

El Ayuntamiento de Cartaya ha propuesto a los empresarios turísticos la regulación de los espacios reservados para la instalación de veladores, es decir, de las mesas y sillas de las terrazas de los bares, restaurantes y cafeterías de los núcleos urbanos del Rompido y Nuevo Portil. La propuesta se debatía ayer entre los miembros de la Asociación Turística Rompido Portil (Aturp), que aglutina más de un centenar de negocios. Tras el cambio de impresiones, dos conclusiones claras. La primera, que se rechaza el que no se contemple una diferenciación de zonas, así como que se considere que la tasa debe aplicarse a lo largo de todo el año, sin distinguir, por ejemplo, el período de plena campaña turística del que no lo es. Y la segunda, que la regulación es necesaria, pero que debe estar consensuada entre ambas partes, algo que también se defiende desde el propio Ayuntamiento.

La idea es alcanzar una regulación "de común acuerdo", según explicaron a Huelva Información los hosteleros, que entienden que debe haber una norma aunque -insisten- "no se puede cobrar a todos igual. Creo que no se puede recaudar lo mismo en el centro que en las calles aledañas, por una sencilla razón -explicó el propietario del Restaurante La Marea, Enrique Carro-, el centro es donde más gente va y donde se organizan todas las actividades. Pero aquí parece que todo el pueblo es plaza". Por eso, minutos antes de comenzar la asamblea empresarial, aseguró que "lo que debemos hacer es que entre todos saquemos unas conclusiones y unas propuestas o un planteamiento que podamos hacerle al Ayuntamiento".

Lo mismo opina el presidente de Aturp, José Salas, quien insistió que "si a priori estamos de acuerdo con una regulación, lo que hace falta es matizar, cuantificar por zonas y hacerlo también por épocas".

A pesar de que la regulación se refiere a los espacios, los empresarios ayer denunciaban que se había aplicado un aumento en los recibos del último trimestre (pasando de los 30 euros por velador a los 50 euros), lo que fue rechazado de plano por todos. Extremo que no se pudo certificar desde el Ayuntamiento que sí reiteró la intención de aprobar una norma "consentida" entre todas las partes.

El tema económico es el que elevó más voces dispares. "Si ellos dicen que hay que pagar esa cantidad, pues nos veremos obligados o a retirar las terrazas o a pagar -argumentó Cecilio Ceada, del Restaurante La Parra en referencia a esa subida aplicada-. Que ellos lo quieren hacer de esa manera, pues, o quitar las terrazas o pagar, que es lo que me han dicho: que si no quiero pagar, que las quite, pues yo las tendré que quitar", añadió.

A la hora de defender unas tasas diferenciadas, los propietarios de los negocios dejan entrever que si los servicios que se prestan (seguridad, limpieza, etc.) no son los mismos en todos las zonas, la cantidad que se cobre tampoco puede ser la misma.

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