miércoles, 15 de febrero de 2012

Las pernoctaciones en la provincia de Huelva bajaron

Después de cuatro años en los que el sector ha sido soporte de la actividad en la provincia y uno de los pocos que no sólo ha sido capaz de resistir la crisis sino que le ha hecho frente con la llegada de más turistas y el incremento, por tanto, de pernoctaciones, la situación parece cambiar las tornas y lo hace a contracorriente. Hasta el punto de bajar los ingresos un 18% y, lo peor, recortar la rentabilidad de los negocios entre un 7% y un 13%, según las cuentas del sector.

Mientras en el resto de provincias andaluzas, las consecuencias de la Primavera Árabe (alzamientos populares en los países del Norte de África fundamentalmente) se tradujeron en un aumento del flujo de turistas extranjeros, en Huelva cae de forma preocupante la llegada de este colectivo, y eso hace que el número global de turistas descienda (y el negocio también) a pesar del aumento experimentado entre los visitantes que llegaron de otras zonas del país.

Las grandes cifras que se apuntan en los balances del año pasado lo dejan claro: la llegada de turistas extranjeros se redujo un 8,57% (hubo 17.723 menos), las noches de hotel de ellos cayeron un 3,51% (35.499 pernoctaciones menos) y eso provocó que el grado de ocupación se quedase en el 47,42% (dos puntos menos que el año anterior). A simple vista no parece alarmante, pero lo que empieza a preocupar es que son varios años en los que el negocio de un sector que se considera esencial para el futuro de la provincia permanece tocado. Las cuentas lo dejan de manifiesto: la media de ingresos por reservas de habitaciones alcanzó en 2011 los 170,66 millones, un año antes los ingresos superaron los 209,11 millones, lo que supone un descenso del 18,39%. Descenso que llega acompañado de una reducción del gasto diario del turista al día, que a lo largo de todo 2011 dejó una media de 176,80 millones, 3,6 millones menos (-2,02%) de los que se dejaron por la misma vía un año antes.

Si las cuentas no salen así, se añade otra reducción que preocupa tanto o más a los hoteleros: el consumo interno, el que se deja en las instalaciones (fundamentalmente en los bares y restaurantes), que arrastra descensos más que significativos desde que comenzó la crisis y que anotó una pérdida del 15% sólo en el último año. Todo eso lleva a la conclusión clara de que la rentabilidad de los negocios está debilitándose después de confirmar que ha caído entre el 7 y el 13%, según las primeras estimaciones que se realizan desde la Asociación Provincial de Hoteleros.

Huelva salió beneficiada en los ámbitos turísticos en los primeros años de la crisis. Primero porque el turismo de proximidad se impuso para reducir gastos y eso favoreció la llegada de andaluces y extremeños. Segundo, porque los negocios apostaron por mantener los precios al comienzo y rebajarlos después. Pero han pasado los años y la guerra de precios por captar clientes o impedir que se escapen ha dejado mella y de paso se ha llevado esa parte de rentabilidad de las empresas. Se ha visto cómo hoteles de cinco estrellas ofrecían servicios a precios de cuatro, y cómo los de cuatro competían en los márgenes en los que hasta ahora se movían los de tres. Eso ha llevado a la situación actual que desde el sector se ve como "una llamada de atención" para evitar que el comportamiento de este año que ha terminado se convierta en tendencia y con ella se diga adiós a las perspectivas que se han puesto en el turismo.

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