Por décimo tercer año consecutivo, Cruz Roja ha puesto en marcha junto al Ayuntamiento de Huelva el programa 'Un baño sin barreras', un programa que este año se ha ampliado también a Nuevo Portil y que ha hecho posible que más de 130 personas con discapacidad hayan podido bañarse y disfrutar de la playa gracias al vehículo adaptado 'Anfibuggy'.
Diecinueve voluntarios de Cruz Roja, de entre 21 y 34 años, han ayudado durante los meses de julio y agosto a estos usuarios, algunos de ellos particulares, pero en su mayoría procedentes las asociaciones de atención a personas discapacitadas físicas, psíquicas y sensoriales, según ha informado la organización en una nota.
Antes de encargarse de esta actividad, los voluntarios de Cruz Roja han recibido formación exhaustiva a través del curso 'Ocio y Tiempo Libre en Personas con Movilidad Reducida', que mediante un completo programa teórico y práctico capacita a los voluntarios para atender a las personas con discapacidad que participan en el programa 'Un baño sin barreras'.
Una vez más, el programa, que se ha llevado a cabo en la playa del Espigón y, por primera vez, en el Caño de la Culata, ha incluido actividades de animación con paseos por la orilla del mar, charlas, juegos de cartas y pelota y otras actividades lúdicas que ayudan a normalizar la vida de estas personas con mayores dificultades en su día a día.
Para ello, los voluntarios de Cruz Roja se encargan de recoger en sus casas o en las sedes de sus asociaciones a los usuarios y a sus acompañantes, les trasladan hasta la playa y, una vez allí, les ayudan a bañarse utilizando un vehículo adaptado denominado 'Anfibuggy', al tiempo que organizan diversas actividades lúdicas para que estas personas puedan pasar una jornada de convivencia y diversión al final de la cual, y acompañados en todo momento por los voluntarios, son llevados de nuevo a sus puntos de origen.
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