Huelva sigue sin seducir a los viajeros, que cada vez llegan en menor número a la provincia, a pesar de los denodados esfuerzos de instituciones onubenses como el Patronato Provincial de Turismo y la Asociación Provincial de Hoteles, que siguen llevando la marcaHuelva, la luz a distintas ciudades españolas y europeas con la esperanza de cambiar la tendencia que afecta al destino desde el año 2008, con sólo un par de atisbos de recuperación casi anecdóticos -siempre tomando como referencia el primer cuatrimestre de cada año-: la experimentada en 2011, cuando llegaron a Huelva unos 3.000 viajeros más que en 2010, y los 318 de 2014. El resto de los periodos se han caracterizado por la pérdida de visitantes, que el primer cuatrimestre de 2015 añade 4.793 al debe del sector.
Los motivos de este goteo se han analizado por activa y por pasiva -carencia de infraestructuras y comunicaciones adecuadas, falta de especialización y formación del sector, "desencanto" de quienes visitan la provincia debido a las limitaciones de su oferta complementaria, y sobre todo, una estacionalidad que condiciona toda la planificación del año-, pero hay ciertos indicadores que, si bien no dan lugar a grandes celebraciones, sí que permiten confiar, al menos, en la capacidad de resistencia de uno de los sectores económicos más vapuleados por la crisis. Huelva no presume de haber cerrado su mejor cuatrimestre desde 2008, como sí lo puede hacer Andalucía, pero manifiesta mejoría en algunos aspectos.
El principal, las pernoctaciones, que también mostraban una tendencia a la baja en el primer periodo de cada ejercicio desde 2008, a excepción del brío que volvieron a lucir en los años 2010 y 2011. En 2015 han experimentado una notable recuperación con respecto al primer cuatrimestre de 2014, al que han sumado ahora nada menos que 35.469 nuevas estancias, un 5,6% más que en el ejercicio anterior.
Una buena parte de ese aumento corresponde a pernoctaciones de visitantes extranjeros, lo que para Rafael Barba, secretario de la Asociación Provincial de Hoteles, denota "que las acciones que estamos planteando, que este año nos llevarán a lugares como Holanda, Inglaterra y países nórdicos, empiezan a dar frutos respecto al conocimiento del destino", en lo que a la oferta de golf se refiere.
También mejora el dato del grado de ocupación por plazas, que pasa de un 29,20% de media en 2014 a un 30,60% en 2015. Abril fue el mes con mayor ocupación en ambos primeros cuatrimestres, aunque en el caso de 2014 el dato es ligeramente superior.
Sin embargo, el mes de marzo de 2015 tuvo un mejor comportamiento, con un 37,63% de ocupación, gracias a que este año la Semana Santa comenzó a finales de ese mes.
En cuanto a la estancia media, los viajeros que recalaron en Huelva durante el primer trimestre de 2015 decidieron quedarse un poco más en la provincia, de media, 3,54 días, frente a los 3,26 días que permanecieron en el destino durante los primeros cuatro meses de 2014.
"El destino no crece en cuanto a captación de turistas", reconoce Barba. "Tenemos un mantenimiento que en épocas de crisis nos ha venido muy bien para sobrevivir, hemos mantenido plazas -algunos hoteles que cerraron están abriendo ahora-, no hay una pérdida de oferta importante y aquella que se produce se va poco a poco compensando", explica.
Tenemos en Huelva, por tanto, un "encefalograma plano" en lo que al turismo se refiere, "los parámetros se mueven muy levemente y son cíclicos en el tiempo", especifica el representante sectorial. "Eso nos da a entender que hemos colmatado la capacidad con las herramientas que tenemos, su oferta y como está conformado el destino: hemos consolidado el modelo", concluye.
Pero Barba no se resigna, como tampoco lo hace el sector. Hay que tener en cuenta que en los dos periodos comparados, el primer cuatrimestre de 2014 y de 2015, el número de establecimientos hoteleros que permanecieron abiertos fue el mismo, ligeramente inferior de media en 2015, mientras que aumentó el personal contratado para atender a los viajeros. En el primer cuatrimestre de 2015 las personas que trabajaron en el sector suman 5.328 frente a los 5.094 de 2014. Las empresas apostaron por la inversión y reforzaron las plantillas.
"No me conformo con trabajar tres meses al año -personaliza Barba la voluntad de todo el sector-; yo a lo que aspiro es a que, manteniendo el concepto, el crecimiento que vayan teniendo otros momentos del año vayan compensando, porque en verano ya no podemos crecer más". Para ello es necesario cumplir con dos premisas: dotar al destino de accesibilidad, "porque está claro que a poco o mucho que hagamos, porque hacemos lo que podemos con los recursos que tenemos, cuando el destino se conoce, cuando se facilita la accesibilidad, el cliente viene", certifica Rafael Barba.
La otra condición pasa necesariamente por aumentar los recursos imprescindibles para promocionar el destino e ir salvando las distancias que lo separan del visitante. "Tiene que haber una mayor implicación de la administración, porque ya el sector privado lo hace y el Patronato Provincial de Turismo hace más de lo que puede". Se refiere el secretario a las administraciones locales, a las que apela: "No pedimos subvenciones, sino que los impuestos que produce el sector turístico revierta en el sector turístico", aclara. "Hay que exigir un compromiso por parte de todos para que se rompa la estacionalidad",
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