Polo, que gobierna con el PP y el PA llamó a la policía local después de impedir que el concejal de IU intentase intervenir para cerrar el debate de una moción que había presentado para la reducción de sueldos y asignaciones económicas a los concejales.
El pleno -según el comunicado emitido por IU- “transcurrió entre continuos abusos del alcalde en el uso de la palabra, que cuando le daba la gana interrumpía a los portavoces de los grupos de la oposición e impedía que pudiesen exponer sus argumentos, propuestas y opiniones. Cuando todos los portavoces, incluido el del equipo de gobierno y del PP, Gabriel Maestre, habían agotado su turno de intervenciones sobre la moción de IU, Gea, como ponente, se disponía a cerrar el debate para pasar a votación, sin embargo, Polo tomó la palabra vociferando y desviando el debate hacia asuntos que nada tienen que vez con el contenido de la moción.
Cuando Gea le recriminó el uso abusivo de la palabra y la falta de respeto hacia él como portavoz que debía cerrar el debate sobre la moción de IU, Polo impidió que hablase, ante lo que el portavoz de la izquierda dijo que si el alcalde hablaba cuando le daba la gana, entonces él se sentía con el derecho de hablar cuando le saliese de los cojones.
En ese momento, el portavoz del PP y otros concejales de ese grupo exigieron a Polo la expulsión del portavoz de IU. Ante la negativa de éste a abandonar el pleno, el alcalde reclamó la presencia de dos agentes de la policía, que, en contraste con la agresividad que exhibían los concejales de ICAR, PP y PA, así como una parte del público afín a esos partidos, invitaron de forma educada a Gea a levantarse y salir de la sala, cosa que el portavoz de IU hizo sin oponer resistencia.
Esta situación es una muestra más del grado de crispación a la que conducen el pleno los partidos que forman el gobierno municipal cada vez que la oposición defiende propuestas u opiniones que no son de su agrado. Ya es habitual que el portavoz del equipo de gobierno municipal profiera insultos y haga gestos obscenos como levantar el dedo corazón de la mano, todo ello dirigido a los concejales de la oposición, mientras que el alcalde no sólo no hace nada para evitar ese comportamiento de su compañero, sino que incluso justifica esa forma de actuar.
La propuesta de IU que desató las iras del gobierno de ICAR, PP y PA contemplaba una reducción de los salarios de los concejales del gobierno municipal del 20 por ciento, así como una reducción del 63 por ciento de las asignaciones por asistencia a plenos y comisiones, medida esta última que afectaría sobre todos los ediles de la oposición. Con esa propuesta, IU quería defender la necesidad de que los concejales den ejemplo de ahorro (más de 191.000 euros anuales), sobre todo cuando en el pleno el equipo de gobierno amenazó a los empleados municipales con despidos y reducciones salariales
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